martes, enero 25, 2005

Nueve. Nadie lo sabe.

Pero en la esquina de Jonte y Artigas perdí una moneda de cinco centavos, la que necesitaba para completar el pasaje del colectivo para llegar a casa un día de enero de mucho calor. Y en la esquina de Camarones y Artigas encontré una moneda de cinco centavos, la que necesitaba para completar el pasaje del colectivo para llegar a casa un día de enero de mucho calor.

domingo, enero 23, 2005

Ocho. Nadie se los diga.

Vendrán a buscarlos, por cómplices de un silencio, de treinta mil silencios... Vendrán a buscarlos y habrá que saber de qué lado está cada uno, de qué lado estuvo, si estuvo de algún lado, o si decidió ponerse los tapones y hacer que no se oían gritos detrás de los estadios restallantes del mundial de fútbol que "ganamos", según la leyenda de los que escriben la historia...
La memoria lo sabe, vendrán a buscarlos.
Vendrán a buscarlos las sombras...

viernes, enero 21, 2005

Siete: Zen

"¿Cuál es tu música de fondo?", preguntó el maestro.

martes, enero 18, 2005

Seis. Carrera de sapos

Hay que escribir de lo que uno sabe.
Cuando éramos chicos juntábamos sapos de la zanja de está cerca de la vía y hacíamos carreras de sapos. Jugábamos a jugar; no importaban las reglas, las inventábamos y acomodábamos a nuestros tiempos y todos ganábamos, aunque perdiéramos, aunque termináramos a las piñas, nenes contra nenas y a la inversa...
Escaparnos de la siesta, potrear en el baldío, meternos entre los yuyos, robarnos un bocadito de dulce de membrillo, manotear alguna moneda para jugar a los fichines, tomarse un heladito de agua añorando cucuruchos fuera del alcance del bolsillo...
We all lived in a yellow submarine...


viernes, enero 14, 2005

Cinco. Esa tenue frágil línea

In memoriam (...)

versión 1.0
El hombre se sienta solo en un bar, junto a la vitrina. Un escalofrío le recorre el espinazo. Sabe que la muerte le anda cerca.

versión 1.1
El hombre se sienta solo en un bar, junto a la vitrina (la llama, para sus adentros, vitrina y no vidriera ni vidrio, sino vitrina porque se siente expuesto. Y expuesto se sentiría igual, sin vidrio ni vidriera ni vitrina, porque expuesto está y tiene la sensación de todas las miradas clavadas en su nuca, en sus sienes, en su mirada que claudica, en su soberbia actitud de viejo recto, derecho, humano, moral, cristiano y argentino. Y expuesto está, porque aunque nadie del mundo de los vivos lo mire, se sabe mirado por treinta mil almas y más, tantas que no las puede pensar, ni contar, pero que están, que él metió en su memoriainfierno, que lo miran desde el fondo de ese abismo que les inventó). Un escalofrío le recorre el espinazo. Sabe que la muerte le anda cerca.

jueves, enero 13, 2005

Cuatro. One look...

Si suena U2 en la radio
si tengo los ojos de espuma
si caigo en la noche sedienta
si te miro
y dejo de respirar
si ando como tonta
si estoy medio perdida
si subo y bajo
si tobogán
si te pienso
y pienso que en el mundo
queda una causa
por defender...
si salgo a caminar
y toda la ciudad llora...

... si siempre la veo
tirada
en alcantarillas,
utopía pobrecita
utopía desairada...

entonces creo que sé
como un suspiro
como un hálito final
de qué se trata
el mundo
.
.
.

miércoles, enero 12, 2005

Tres. Breakdown.

Mierda... Se me borraron los pecados del mundo con sólo presionar la tecla equivocada...
Yo, que quería escribir la miseria en pocos versos, me quedé atónita y confundida frente a esta pantalla que sólo sabe hacer trizas mi vista y a este teclado que sólo sabe confundirme para que presione la tecla equivocada y ya no haya forma de volver atrás...
Se habrá ido al ciberespacio en forma de bits irreconocibles, en un lenguaje que sólo las máquinas entenderán, donde todo lo analógico habrá sido sólo el sueño de un pobre tipo que se acostó a la siesta una tarde de octubre y ya nunca más despertó...

martes, enero 11, 2005

Dos. Vita Ordinaria.

No tengo auto. No tengo parasoles ni monedas de oro ni Play Station, ni los quiero tener. No tengo bikini nueva ni cuerpo perfecto. No tengo cuenta corriente ni tarjeta de crédito ni cheques de viajero. Tengo un pasaporte vencido en diciembre del siglo pasado que nunca usé. No tengo cirugías ni hago pilates ni uso botox. Mi celular es un lujo que me molesta y chupa crédito. Soy una okupa de Internet. A veces me quedo un poco afuerita, pero quién me va a decir que la felicidad no es también esa baratija de mercado de pulgas que me compré la otra tarde cuando llovía y Buenos Aires y todo el humo y toda la vida...

lunes, enero 10, 2005

Uno

Se sale por la mañana, se bebe café en un bar, se sube a un colectivo, se pide boleto de ochenta, se sienta en un asiento de uno, se mira por la ventanilla, se baja, se detiene a no comprar el diario, se ojean titulares, se piensa que el mundo está hecho mierda, se sigue hasta la oficina, se toma el ascensor al tercer piso, se sale del ascensor, se camina por el pasillo, se saluda a la telefonista, se acomoda en el escritorio, se enciende la PC, se chequean todos los pendientes... Recién es lunes.
¡Bienvenidos!