martes, enero 25, 2005

Nueve. Nadie lo sabe.

Pero en la esquina de Jonte y Artigas perdí una moneda de cinco centavos, la que necesitaba para completar el pasaje del colectivo para llegar a casa un día de enero de mucho calor. Y en la esquina de Camarones y Artigas encontré una moneda de cinco centavos, la que necesitaba para completar el pasaje del colectivo para llegar a casa un día de enero de mucho calor.