jueves, agosto 04, 2005

Una de bandidos

Eran como setenta, te juro. Todos ahí, como sitiando el lugar. Eran más vale chicos, viste? Petisitos, como tienen que ser. Pero eran una banda. Fue el sábado. Todos juntos haciendo quilombo. Me volvían loca con sus grititos y sus reclamos y sus exigencias. Al rato se los notaba fastidiados. ¿Miedo? No, miedo no. Respeto. Porque es lo que te infunden, viste? Una caterva de enanos que saltaban y pedían cosas. Los Guaymallén querían, porque los otros alfajorcitos de 20 x cinco pesos no les gustaban. Una marejada de enanos. Tenían entre 2 y 10 años. Me robaron el corazón. Me siento re tonta.