Bardo sapiens
Me levanté esa mañana y la radio lloraba rock. Pappo no estaba más.
La Paternal me encontró sombría y nos miramos.
Nada que hacer: el Loco se había ido.
No sé si se habrá dado cuenta, señor, pero Usted que dice que era un borracho bardero, dése cuenta: hay amor en el bardo sapiens, esa figura que se deja ver humilde entre un blues y un abrazo al barrio.
In memoriam Pappo.
Que el cielo sea tu ruta.
2005
La vez pasada me metí en una página web que me llevó a otra que me llevó a otra que me llevó a otra que mellevó a otra.
Se hicieron como las cuatro de la mañana y me di cuenta de que me había perdido.
Agarré la Filcar, pero fue inútil.
Ahora, ya no sé cómo volver a casa...
Una de cal...
... y así.
Porque la vida se ensaña como si tuviera ganas de joder y joder y joder...
Lo bueno: el amor. Lo malo:¿...? Dicho así suena todo tan lindo (y en algunas cosas es lindo, pero una, acostumbrada desde hace años a lo fulero, cree que no puede ser y que una no merece y qué sé yo...)
La cosa es que las perspectivas cambian, tienen que cambiar, porque si no, ¡a las vías! Y es una cagada, porque uno no queda vivo para verse mejor, y si queda vivo, no va a verse mejor...
Ufff!!!!
Pero, sí. Me gusta estar viva... Qué loca, ¿no?
TREINTA
Edad. Años de vida. Memorias, proyectos.
Casi nada...
Hoy llueve en Buenos Aires.
Alguien que me diga por qué
me siento triste cuando llueve...
Por qué quisiera estar en otro lado,
no en esta oficina puta
que me repele y me obliga
que me limita y atonta...
Casi creo que me chupó la capacidad
de hacer otra cosa...
¡tonta yo!
Seguro que no es así,
que me equivoco...
Pero la arpía me lo sugiere
y tengo que hacer tanta fuerza para no creerle...